En la actualidad, la inteligencia artificial (IA) es un área de importancia estratégica en las empresas y un motor clave del desarrollo económico. Esta tecnología dota a máquinas y sistemas de la capacidad de analizar su entorno y tomar decisiones con cierto grado de autonomía para lograr objetivos específicos.
Según un estudio de Eurostat, en 2020, el 7% de las empresas de la UE con al menos 10 personas empleadas utilizaron aplicaciones de inteligencia artificial:
- El 2% de las empresas utilizó el aprendizaje automático para analizar los macrodatos internamente.
- El 1% analizó los macrodatos internamente con la ayuda del procesamiento del lenguaje natural, la generación del lenguaje natural o el reconocimiento de voz.
- El 2% de las empresas se utilizó un servicio de chat, en el que un chatbot o un agente virtual generaba respuestas en lenguaje natural a los clientes.
- También el 2%, utilizó robots de servicio, que se caracterizan por tener cierto grado de autonomía, por ejemplo para realizar tareas de limpieza, peligrosas o repetitivas como limpiar sustancias venenosas, clasificar artículos en el almacén, ayudar a los clientes en la compra, etc.
Entre los Estados miembros de la UE, Irlanda registró la mayor proporción de empresas (23%) que utilizaron cualquiera de las cuatro aplicaciones de IA consideradas en 2020. Otros países con una adopción generalizada de tecnologías de IA fueron Malta (19%), Finlandia (12%) y Dinamarca (11%).
Por el contrario, menos del 10% de las empresas utilizaron alguna de las cuatro aplicaciones de IA en 2020 en todos los demás Estados miembros. Los porcentajes más bajos se registraron en Letonia (2%), Eslovenia, Hungría, Chipre (3% cada uno) y Polonia (4%).
España, con un 9%, está por encima de la media de la Unión (7%).
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